Aprendizaje para el autoconcepto

Todos tenemos miedo; por nuestras creencias, por nuestro futuro, por el mundo. 

Esta es la naturaleza de la imaginación humana. Sin embargo, las personas y las civilizaciones han avanzado debido a su compromiso con lo que se propusieron lograr. 

La implicación con el trabajo, el compromiso intelectual, las emociones y racionalizar nuestra energía, constituyen la capacidad para la sublimación.

Punto de vista sobre el aprendizaje

Cuando pienso en las cualidades necesarias para dirigir un trabajo, una organización o un estilo de vida, mi experiencia rara vez toma en cuenta el carisma, del que se habla mucho, especialmente en política y negocios; o la capacidad de representar a una persona con integridad, o estrategias de manejo del tiempo u otras recetas comunes que, según la literatura popular, conducen al éxito en la conducción de equipos de trabajo. Por el contrario, pienso en la perseverancia y la autodisciplina; en la voluntad de asumir riesgos y aceptar el costo del fracaso, en el compromiso, la persistencia y el desafío; y, sobre todo, la forma en que experimentamos estas cosas.

En la realidad cotidiana, las personas que son guías o tienen habilidades de líderes están en constante aprendizaje. Algunos de ellos son exploradores incansables cuya preocupación por la información es notable, parece enfermiza. Con frecuencia se esfuerzan por aprender de otros, por lo que también se rodean de entornos con múltiples flujos de información, como en la academia o en los equipos de grandes proyectos, algunos pasan la mayor parte de su tiempo con sus clientes, por razones obvias.

Casi todos tienen una capacidad superior para aprender de la experiencia. Los mentores y las vivencias cotidianas darán forma a su filosofía, personalidad, aspiraciones y estilo. Y, en este proceso, todos perciben que ellos están “avanzando”, “creciendo” y “explorando nuevas maneras”, lo que se convierte en un aspecto motivador.

En ellos es notable una transformación en la claridad de sus posibilidades, sus propósitos y aumento de confianza, alegría y bienestar.

El aprendizaje es el combustible esencial, una fuente de energía de alto octanaje que mantiene el impulso, generando nuevos enfoques, ideas y desafíos. En el entorno complejo y de rápidos cambios de hoy, es absolutamente necesario.

¿Qué tienen de especial el aprendizaje?

Los líderes de cualquier entorno no sólo descubren cómo aprender, sino que también exploran cómo moverse en un contexto social u organizacional. Pueden concentrarse en lo que más le importa al colectivo y usar éste entorno para el aprendizaje y la transformación. La mayoría de los personajes exitosos lo han logrado mediante el desarrollo de un conjunto de habilidades que le proporcionan "nuevas competencias":

• Aceptar y compartir la incertidumbre
• Entender el precio de los errores
• Reaccionar al futuro
• Ser competente en las relaciones interpersonales (por ejemplo, confrontar valores en conflicto, etc.)
• Conciencia de sí mismo.

Estos genios del aprendizaje aceptan y comparten la incertidumbre en el trabajo, usan sus errores como experiencias y participan en ejercicios de establecimiento de objetivos para forzar el replanteamiento de los supuestos, decisiones y prioridades; usan sus habilidades de comunicación para animar a otros a unirse en la búsqueda de nuevas ideas, lo que conduce a mejorar continuamente la comprensión de sus propias limitaciones y sesgos al comparar sus puntos de vista con los de colegas u otros expertos.

De esta manera, los líderes se vuelven especialistas en un tipo particular de aprendizaje: lo que sucede en el contexto social u organizacional. Pero lo más importante, y este es el factor que realmente distingue su formación de otros tipos de formación, es el papel en la organización del aprendizaje y la gestión de su propio colectivo.

Autoconcepto y aprendizaje

El autoconcepto es el proceso que implica la construcción de una imagen propia basada en las experiencias, los valores y las creencias que se tienen sobre uno mismo. Influye de forma decisiva en la forma de relacionarse con los demás, así como en el desempeño de diferentes roles sociales o profesionales.

Se puede desarrollar a través de la reflexión, el feedback, el aprendizaje y la práctica, buscando siempre mejorar las fortalezas y superar las debilidades que se identifican en el proceso.

Requiere de habilidades y competencias para motivar, inspirar y guiar a otras personas hacia el logro de objetivos comunes. Se caracteriza por generar cambios positivos en los seguidores o en la comunidad, estimulando su creatividad, su iniciativa, su compromiso y su desarrollo personal.

En el propio líder se manifiesta en la claridad de posibilidades y propósitos, y un notable aumento de confianza y bienestar. Proporciona una visión clara de sí mismo, de la relación con el entorno y la interpretación de sus señales.

Para ejercer un liderazgo transformador es necesario tener un autoconcepto positivo, coherente y flexible, que permita adaptarse a las diferentes situaciones y desafíos que se presentan en el entorno. 

La realidad latinoamericana (malos gobiernos, pobreza, incertidumbre, migración) conduce a una 📕📖 CONFUSION DEL INGENIO 📚📜 personal y social; donde los más afectados han sido los factores no oficiales, las llamadas clase baja y clase media profesional latinoamericana. 

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