Cualidades y propósitos.

En el mundo actual todas las personas tienen un propósito, o deberían tenerlo. Una vida sin metas que alcanzar, tiene que ser evidentemente una vida vacía, ya que es de humanos la actividad, el movimiento creativo y el crecimiento constante. Es completamente natural que las personas tengan iniciativa y luchen por la supervivencia y por una vida mejor.

Muchos en su afán por vivir mejor buscan la libertad en sus diferentes facetas. Entendida esta mejora como la plenitud, satisfacción y armonía en áreas de tu vida particular. La salud, la fama, el dinero, el poder, el bienestar, la paz, el amor, el reconocimiento, el desarrollo profesional, el desarrollo espiritual, la armonía, la estabilidad o equilibrio vital están entre los principales sueños o metas de la mayoría de las personas. Ellos perciben que estos atributos son indicadores de éxito y bienestar.

La libertad financiera, el amor y la salud personal, suelen ser los principales atributos que la mayoría de las personas asocian a cualquier meta que ellos se proponen, ya que perciben que, si tienen cubiertos estos aspectos, el resto será mucho más fácil, lo que es por supuesto un punto de vista aceptable. Es evidente, además, una estrecha interdependencia entre esos aspectos, y consecuentemente entre ellos y el éxito personal. Entendido este último, en este caso, como un hecho individual, expresado en el logro de esos deseos y metas.

No obstante, todos sabemos realmente lo que ocurre; muchas personas logran sus objetivos, otros solo en parte y muchos no los logran jamás. 

Algunos expertos en el tema del éxito consideran que los resultados dependen en gran parte de la actitud de las personas y de su comportamiento mental. Atribuyen el logro de esos propósitos y sueños a la motivación, perseverancia, la disciplina, el esfuerzo, el aprendizaje constante, y otros elementos relacionados con el sacrificio personal. Lo que es muy cierto, pues existen hoy en día innumerables casos y experiencias que así lo demuestran, en diferentes medios y nichos: Deportes, tecnología, ciencia, política, arte, industria, comercio, entre otros. Las revistas especializadas en esos diferentes nichos y las redes sociales publican diariamente diferentes casos, lo que da esperanzas al resto de las personas que su propósito puede llegar a ser realidad y les motiva a insistir en ello.

El asunto que me ocupa es el hecho que estos símbolos del éxito crean un estado de credulidad manifiesta en las personas, a veces excesivo y sin un camino de retorno aparente a un estado mental libre. Por ejemplo, los ídolos de sus sueños se convierten en una obsesión con alto impacto en sus vidas. Y de ser un símbolo de progreso que los motive se convierte en un símbolo de adoración, y se pierde la perspectiva al convertirlo en un objeto de fanatismo, devoción y fascinación.

Al llegar a estos estados, inducidos por ellos mismos y por el entorno circundante, a través de sentimientos, deseos y sugestiones, se pierde el control y el equilibrio interior, y adiós a la expresión manifiesta de las cualidades que los conducirán en forma segura a los sueños y metas.

Por tanto, en el camino de lograr nuestros deseos y desarrollo personal, debemos prestar especial atención al auto control y el equilibrio, que serán dos (2) de las principales cualidades para garantizar un camino medianamente estable hacia nuestras metas, pero, ojo, no son las únicas. Es por supuesto muy lógico estar preparado integralmente para ello.

¿Cómo saber si estamos listos internamente para cambiar y lograr nuestros sueños? 

La respuesta es realmente sencilla y totalmente a nuestro alcance. En esa búsqueda para convertirnos en grandes personas, debemos tener claro dos (2) aspectos: 

• A menudo se progresa a través de la evolución y estudio de la experiencia.
• La experiencia es dinámica, cambia día a día. La persona que eres hoy, tus creencias y tu entorno serán sutilmente diferente el día de mañana. 

En ese contexto, de los momentos vividos tenemos grandes posibilidades de aprender, pero solo cuando nos detenemos a analizar los hechos concienzudamente y establecemos sus causas y consecuencias estamos en capacidad de obtener algo útil de ellos para nuestro aprendizaje. Este análisis deberá mostrarnos fácilmente cuánto auto control y equilibrio tenemos sobre nuestras capacidades personales, y cuáles son nuestras posibilidades en un entorno como el actual, cambiante y a veces hostil.

La clave consiste en reconocer como han evolucionado tus defectos y cualidades, tus puntos fuertes y débiles, en ello está la base de todo trabajo genuino hacia el cambio. Este será el paso más importante hacia tus logros, y hacia tu transformación personal.

Cuando se trata de tu vida, solamente tú tienes el poder para entender quién eres y cuáles son tus atributos, así como aplicar lo necesario para materializar cambios profundos en tus cualidades. Te corresponde abrir las puertas de tu transformación personal a una existencia orientada al crecimiento sin fracasos, llena de éxitos espirituales y materiales; la vida que normalmente, y por designios naturales, es la tuya, tal como la diseño el origen creador.

¡Quiero finalmente aclarar, que no se trata aquí de asegurar que el éxito depende exclusivamente del crecimiento a una vida con propósitos, o al equilibrio de los elementos que conducen a una existencia mejor!

Cada persona vive su vida como la visiona, y manifiesta su felicidad en los términos en que los hechos dan origen a las emociones que le dan satisfacción y bienestar; según sus propias creencias.

Para muchas personas la felicidad, la armonía y el éxito, entre otras cosas, se vive día a día, con la conformidad en las cosas que tenemos, y la expresión de que estas cosas constituyen nuestros deseos, lo que amamos, nuestra familia, nuestras costumbres, nuestro entorno, u otros aspectos; a esto pueden incluirse también virtudes maravillosas como la humildad, o la misericordia manifestada con acciones altruistas.

Y todo eso está bien, es un punto de vista totalmente privado. Nos referimos aquí que, a pesar de estar agradecidos o no por la vida que llevamos, anhelamos una existencia con nuevos propósitos, impulsados por nuestro instinto natural de crecimiento, tal como se expresa a través de las expresiones materiales y espirituales que conducen a la paz, abundancia, armonía, salud, éxito, evolución espiritual, evolución intelectual, libertad financiera o trabajo.