Reacciones a un proceso de cambio personal

Cuando decides realizar un cambio importante en tu vida, por cualquier razón, y comienzas a emprenderlo, ocurre un curioso fenómeno en tus momentos de reflexión sobre esta importante decisión. Se trata de como reaccionas a tus nuevas perspectivas y personalidad deseadas.

Es lógico pensar que cualquier cambio tiene como propósito establecer una ilusión que te impulse a emociones positivas de paz y bienestar, tales como el entusiasmo, alegría, felicidad, armonía, confianza, seguridad, pasión, entre otros, ya que sin este estado mental es prácticamente imposible disponer de la energía, el movimiento y el poder para lograr cosas.

El cambio, para ser efectivo, comienza por establecer claramente que deberá estar soportado sobre las bases de una nueva visión personal y no de la personalidad actual, que deseas transmutar, y que seguramente te ha llevado a una situación de limitaciones y fracasos.

Durante esta reflexión deberás preguntarte en tu interior ¿Quién está reaccionando realmente en este momento?

Tú verdadero ser interior o el personaje que te has vuelto tras los bombardeos mentales de creencias y conductas inducidas desde tu entorno, y que sufriste desde tu nacimiento…, ese farsante interior que vive en ti.

Esto no deberá ser complicado, porque notarás la diferencia entre las reacciones que son propiciadas por tus deseos reales, cuyas acciones conducirán a tu alegría, paz y bienestar, en contraparte con aquellas decisiones en las cuales la elección parece depender de cómo te expones ante otros, o cómo serás visto por terceras personas.

En este segundo caso seguramente te preocupa el ¿Qué dirán…? Sentirás que el temor y la duda ante un eventual fracaso, el ridículo o la incertidumbre por tu decisión de cambiar de rumbo podrían dejarte expuesto ante los demás.

Incluso podrás percibir que condicionas algunas decisiones, dando mayor importancia a cómo afecta a terceros en lugar de tu propia tranquilidad y bienestar.... También podrías sentir algunas manifestaciones de efectos físicos al evocar algún escenario futuro deseado, que te produce emociones o sentimientos encontrados.

¡Son las presiones inevitables de un cambio profundo de rumbo...!

Si tienes la suficiente lucidez verás que existen esas dos (2) tendencias que se enfrentan y compiten dentro de ti: Por un lado, tu verdadero YO se adhiere o por lo menos se siente atraído al sentido profundo de tu reflexión respecto a la decisión de cambiar en forma positiva; por el otro, tu farsante interior se siente amenazado porque lo estás cuestionando y en tu accionar te desharás de él.

A menudo él es que te hace reaccionar. Este mismo farsante y saboteador que consiguió procurar que te identifiques con él y que te inspira todas esas ideas negativas que crees que son tuyas ¡Te acostumbraste tanto a él que acabaste creyendo que eras él!

Es posible incluso que no veas muy bien la diferencia entre tu verdadero ser interior y esta caricatura que consiguió convencerte finalmente de que tú eres él.

Debes aprender desde ahora a identificarlo y separarte de él hasta echarlo fuera definitivamente. Esa posición de lucha contra esa personalidad impostora es vital en tu proceso de cambio personal, y forma parte de tu análisis personal, previo a iniciar tu transformación.

Al obtener las respuestas sobre el origen de tus complejos y condicionamientos entenderás que “conocerte a ti mismo, puede ser la diferencia para un cambio exitoso de rumbo…”

Y es la clave para diseñar un proceso de transformación, que te conduzca a descubrir y eliminar el farsante que vive en ti, y cambiar tu vida para siempre.

Hacerlo en forma sistémica te conducirá al estado mental para lograr tus metas y propiciar tus deseos, estimulando los sorprendentes atributos de tu poder interior. Podrás cambiar por completo tu forma de ver la vida ¡Rápidamente y de una forma tan espectacular que ni siquiera puedes imaginarte!

¡Es la magia del cambio personal en tus manos...!