La magia de nuestros pensamientos

Nuestra naturaleza mental es una caja de sorpresas. Es realmente sorprendente las cosas que suelen pasar en un instante por la mente de algunos de nosotros. 

Es tan incomparable nuestro accionar creativo que es absolutamente posible para algunos superar a cualquier practicante de magia, prestidigitador o ilusionista, sacando cosas de nuestro “sombrero” intelectual. Y no solo eso, también cómo se procesan inconscientemente manifestaciones físicas, sin necesidad de trucos de cualquier clase.

Puede sorprendernos tanto las consecuencias de nuestros pensamientos que un análisis diario, realizado por algún tiempo, podría convertirse en la clave para tomar decisiones de cambio personal y establecer algún tipo de control de nuestro accionar mental creativo.

Todo es absolutamente real, en cualquier situación o vivencia.

Veamos con un ejemplo de lo que habitualmente pudiésemos llegar ser capaces. Tomemos el caso típico de alguien como nosotros, un profesional de nuestro entorno, y observemos el comportamiento increíble de nuestra mentalidad en cualquier momento:

"Nos enfrascamos en la solución de un problema de trabajo técnico con puntos de vista diferentes, puede ser una situación social de trámites cotidianos que actualmente son bastante complejos, o una simple discusión por diferencias de punto de vista con alguien. Puede ser también una de esas discusiones domésticas; en fin, cualquier situación que llega a calentarse tanto que consigue alterarnos y, ¿Qué pasa?...

... Nos ponemos tensos y el corazón comienza a latir a toda velocidad. De repente, descubrimos que tenemos un nudo en la garganta y que casi se nos ha detenido la digestión. 

A estas alturas, sin duda, la discusión o el problema pasan a un segundo plano y empezamos a preocuparnos por la contracción de nuestro sistema digestivo y la posibilidad de acabar padeciendo una úlcera. Pasamos tanto tiempo preocupados por la úlcera que nos acaba dando un fuerte dolor de cabeza. Después vienen molestias en todas las demás partes del cuerpo que, por supuesto, dan pie a montar un espectáculo aún mayor. 

El gran final llega cuando nos hemos agotado tanto que no podemos continuar con el trabajo y no hay una sola parte de nuestro cuerpo que funcione bien..."

¿No te parece esto casi como un acto de magia?

Puede parecer tragicómico, pero está comprobado que somos capaces de producir todos esos efectos en muy poco espacio de tiempo.

Es imperativo, pues, estar atentos a esas “raras habilidades” creativas, ya que invariablemente implican manifestaciones de efectos físicos…. 

Cuando entendemos la gran capacidad que tenemos para causarnos problemas podemos andar con mayor cuidado a la hora de utilizar este poderoso “talento”, y en contraste propiciar alternativamente estados creativos positivos y energizar nuestro ser. 

Esta energía creativa, como es evidente, se manifiesta de acuerdo con la progresividad de nuestros estados mentales.

Esto que comento no es una novedad, todos sabemos que los estados mentales alterados provocan estas reacciones. Quizá no todos sabemos que este sorprendente poder también puede utilizarse conscientemente para nuestro beneficio, si entendemos el origen de la energía que 'induce' dichos estados en nuestra mente.

En el artículo relacionado transformar las emociones, podemos aclarar un poco más sobre cuáles son los elementos de nuestro entorno mental y personal que facilitan el ambiente más propicio para la dispersión de esta energía, y consecuentemente estas reacciones. Por ahora vamos a concentrarnos en el tema que nos ocupa que es explorar la posibilidad de aprovechar esta sorprendente cualidad creativa.

Controla Tu Accionar Creativo

Hay muchas cosas buenas para experimentar, el reto consiste en aprender a concentrarnos en cómo sacarlas del poder creativo de nuestro pensamiento con absoluta prioridad. En ese sentido, conviene empezar a comprender que, aunque tu cuerpo es algo real, tangible, con una forma y un perfil definido, es también, a la vez, algo hecho de materia viva, impregnada de energía universal, del espíritu de la vida, o de la naturaleza misma. Dale el nombre que quieras de acuerdo a tus creencias. Esta energía está en todas partes, es eterna y omnipresente.

Cualquiera que sea la sustancia de la que está hecho tu cuerpo físico, aunque lo llamemos materia, debe ser de la misma esencia de la que están hechas todas las cosas. Así pues, es necesario que sientas la eternidad en las células mismas y en los tejidos de tu cuerpo.

Al darte cuenta de que este espíritu que hay en tu interior es parte del Todo unificado, al ser totalmente consciente de que esta presencia divina es el principio que sostiene tu vida, será sencillo entender que Él provee el principio natural de generación y regeneración que da lugar a todo lo creado, y tu pensamiento es el vínculo que te conecta con Él.

Entonces, puedes abrir tus pensamientos a su influjo. Abre tu consciencia a su efusión que lleva consigo todo el poder del infinito, y tendrás acceso a esta extraordinaria fuente de energía.

No es complicado, recuerda que la energía no puede destruirse, pero si puede transformarse; tú puedes tomarla y transformarla. He aquí una extraordinaria e interesante facultad de nosotros como seres humanos: podemos tomar de esta energía universal omnipresente y transformarla a nuestra conveniencia ¿No es fabuloso?

Libro Práctico

Y todo lo podemos hacer con nuestro pensamiento. Con un poco de análisis notarás, es muy fácil, que el sentimiento y la emoción con la cual se vistan esos pensamientos, y el enfoque y concentración de ese flujo energético, propiciará de manera consciente el estado mental que tu deseas para que se generen las reacciones.

¡Es el mismo proceso que genera las manifestaciones de efectos físicos producidas por los pensamientos caóticos de la situación incómoda ya descrita, solo que estas son inducidas por un estado mental que tu propicias y conducidas por tu voluntad...! 

Por supuesto, es fundamental que puedas observar cuidadosamente el comportamiento del accionar creativo de tu estado mental, día a día, para tomar el control.

Es estar consciente, hoy y cada día, de cómo atraes hacia tu experiencia la manifestación de los estados mentales que tu propicias, y pueden ser, según tu decisión, una cantidad cada vez mayor de vitalidad, salud, alegría y armonía. 

Guiado por esa presencia divina en tu interior (llámala como tú quieras), todo lo que pienses, digas y hagas se convierte tarde o tempano en un efecto físico; ya sea una buena acción, o un hecho productivo y mejorado. La intensidad de cómo se manifieste dependerá de la carga emocional que maneje tu pensamiento y el enfoque dado por tu voluntad.

Como ves, existe para ti, de antemano, un esquema físico-mental perfecto e invisible. Tu fe absorbe de esa fuente y torna visible todo aquello que antes no podías ver. Al estar consciente de esta situación notarás que la acción armoniosa de la vida impregna ahora cada parte de tu ser y de tu experiencia.

¡Todo el bien que existe ahora te pertenece...!