Siempre tenemos éxito

Tal vez, no todos estemos conscientes de lo que significa el éxito. En las diferentes investigaciones que he realizado sobre este tema, se persiste en la idea que el éxito es un resultado positivo, tal como una meta alcanzada o un logro que satisface alguna expectativa precedente, y por tanto conduce a nuestro crecimiento personal y bienestar. 

En ese contexto, si analizamos los resultados que sobre este asunto concluyen los estudiosos del pensamiento, en cuanto a la forma como se materializan los "estados mentales" y la muy comentada ley de atracción, a esa definición expuesta de éxito, ciertamente evidente, deberíamos añadirle otra, no tan obvia, “siempre tenemos éxito”.

Esta dicotomía no es revolucionaria, sin embargo, conduce imperativamente a analizar lo que significa realmente el éxito.

A la luz del principio de generación en los estados creativos, “las circunstancias de la vida son una revelación de nuestros estados mentales”. Por consiguiente, el éxito podría definirse cómo la consecución, el logro, la satisfacción o el cumplimiento de aquello que ocupa pre-eminentemente nuestro pensamiento.

¡Sorprendido!

Con este punto de vista, pensemos entonces por un momento en aquellos individuos que han tenido éxito toda su vida:

- En un primer caso, tenemos las personas que han encontrado la alegría, la felicidad, la salud y aun disfrutan de todas ellas en la edad madura.

- Por otro lado, también tuvieron éxito aquellos que nunca obtuvieron dinero, su salud siempre ha sido delicada, su vida familiar fue un fracaso y todo sigue siendo una catástrofe.

¡Todos han tenido éxito porque llegaron a experimentar aquello que siempre han creído que les iba a pasar…!

Quizá sea de sabios echar un vistazo a nuestra propia vida ¿Tenemos todo lo que deseamos o, por el contrario, solo lo que esperamos tener? Hay una gran diferencia. Desear es una de las anclas del poder, implica esfuerzo mental acompañado de emociones y sentimientos que preceden la acción; en tanto que esperar es un estado pasivo, no genera necesariamente movimiento.

Hoy en día, en que la mayoría de las personas conoce y estudia los secretos de la ley de atracción, comparten la creencia de que atraemos o repelemos las cosas según sea nuestra condición mental, ya que la actitud motoriza la acción y su aplicación. Te puedes identificar con la escasez o con la abundancia, con el amor y la amistad o con la indiferencia; y ello propiciará o no una acción específica.

¡Pero, no puedes evitar atraer a tu experiencia lo correspondiente a la suma total de tus estados de consciencia! La atracción y repulsión funciona automáticamente.

Es como la ley del reflejo: la imagen se corresponde con el objeto que hay frente al espejo. 

Hay que estar vigilantes para evitar cometer en forma recurrente los mismos errores. Cuánto cuidado no hay que poner, pues, en proteger nuestros pensamientos, no solo manteniéndolos a salvo de la duda y del temor (aceptando solo las cosas buenas), sino también repeliendo toda idea que niegue su bondad.

Manual práctico de Superación EL FARSANTE QUE VIVE UN TI

Para apoyarte en la consagración de un estado mental apropiado, de consciencia práctica respecto al éxito, es vital la aceptación de las cosas buenas de tu vida.

La conversación con tu yo interior que debe prevalecer es la siguiente:

“Sé que la aceptación de todo lo bueno que hay en mi experiencia destruye cualquier duda que haya en mi mente, expulsa el temor y desecha los obstáculos, permitiendo que se manifieste lo perfecto, verdadero y duradero... 

Tengo completa fe en que todas las ideas valiosas en las que ahora pienso se cumplirán tal y como yo creo que lo harán. Actuó siempre confiando en la ley de la mente. Así pues, se que mis palabras no volverán a mi vacías. Acepto estas palabras y me alegro de ello. Espero que se cumplan totalmente y con éxito todas las ideas del bien cada vez mayor que ahora albergo” 

En nuestro afán de encontrar un camino que apoye nuestro deseo de ser mejores y evolucionar día a día, un despertar a la alegría nos acerca al estado mental que conduce a los logros positivos. 

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