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Aprender a crecer

Los caminos para aprender a crecer sugieren saber hacia dónde vamos a orientar ese crecimiento.

¿Qué cualidades caracterizan a las personas consideradas grandes o sabias? ¿Cuáles elementos establecen su 'estatura' entre los seres humanos, en cualquier dimensión o área determinada del conocimiento, conducta o actuación?

Dado que por ley natural todos somos hijos de Dios, perfectos e iguales ante él, vamos a aclarar desde el principio la orientación de nuestras reflexiones, en la cual se sugiere que la grandeza de las personas depende, fundamentalmente, de su capacidad para percibir y actuar de acuerdo con la verdad....

¿Por qué afirmamos ésto?, y ¿Dónde se encuentra esa llamada verdad?

Con frecuencia, ya sea por aspectos históricos y/o culturales, asociamos la grandeza de las personas con su capacidad intelectual, sus destrezas, su fama, sus virtudes que lo hacen destacar. Su influencia en cualquier sector, por ejemplo los deportes, arte, política, ciencia, economía y negocios, poder material, entre otros, es asociado al éxito y eventualmente los enaltece como grandes seres humanos.

Un camino para aprender a Crecer


Las personas que destacan en cualquier área producen una fascinación especial en nosotros, creando atracción, emociones y deseos. ¡Muchos quieren ser cómo ellos!

No obstante, desde el punto de vista que nos ocupa, la grandeza de las personas no responde solamente a capacidades como el talento, sus facultades o su conocimiento. Tampoco a características físicas como un cerebro desarrollado, gran fortaleza, destreza u otras cualidades. Las personas que han manifestado un impresionante talento o destreza no responden necesariamente a características anatómicas particulares, ni un área de conocimiento específico.

Es un hecho, las personas identificadas como 'grandes' se han caracterizado por hacer cosas relevantes de una manera correcta, en cualquier momento y circunstancia. Es decir, el reconocimiento de su grandeza parece estar asociado a la percepción que tenga del uso del conocimiento, el talento y las habilidades para establecer las mejores maneras de hacer esas cosas. La grandeza humana también parece demandar una orientación a promover la perfección, la evolución de las cosas, el avance de la humanidad hacia algo que no conocemos bien.., tal vez hacia lo divino.

Las personas que marcan una diferencia especial con los demás parecen estar dotadas de una impresionante capacidad para analizar los diferentes tipos de argumentos, escenarios, propósitos, rutas a seguir, así como los mejores fines a aspirar, obteniendo cosas sorprendentes y correctas a la luz de la mayoría. Ello parece estar acompañado de una gran voluntad y seguridad en el proceder, sustentado en un esfuerzo y fe inquebrantables.

Otro elemento que siempre los caracteriza es la virtud del servicio, establecer el bien común sin esperar mucho a cambio. Esto implica actitudes para manifestar el amor, la confianza, la originalidad, la humildad, la valentía, el perdón, alegría por lo que hacen. Es realmente sorprendente su capacidad e inteligencia para entender a las mayorías, tener intuición sobre el futuro y fundamentalmente su convicción de que actúan en el camino correcto.

Es común afirmar que donde existe la ignorancia no se manifiestan atributos de grandeza. Expertos afirman que cuando una actuación sorprendente se manifiesta en individuos con poco conocimiento, vivencias, experiencia o formación, incluso empírica, algo debe “pasar en ellos" para que actúen de un modo diferente y sean creadores de hechos que son percibidos cómo algo, aparentemente más grande que ellos mismos.

En este punto consideremos dos aspectos, con la humildad y el respeto que implica citar a los personajes que se mencionan: 

La grandeza, cómo consecuencia a los atributos que hemos mencionado, se ha manifestado en forma aparentemente diferente entre notables personajes históricos, entre los que destaca Jesús de Nazaret, Buda y algunos filósofos que son estandartes del conocimiento y la virtud. Personajes como Gandhi, Einstein, Bolívar, Napoleón, Leonardo, Newton, entre otros, también han transformado la visión del mundo con su legado. Incluso genios actuales, destacados en negocios y tecnología, o del mundo del arte. La diversidad es notable y completamente comprensible. Sin embargo, más allá de sus logros, en sus actos prevalecen otros elementos relevantes y diferentes que ayudan a comprender y calificar su grandeza.


La Sabiduría es el camino para aprender a Crecer


Hay un hecho palpable que diferencia a personajes reconocidos como grandes hombres de otros que llamaremos hombres brillantes.

En algunos casos, el talento inusitado conlleva a notables y destacados logros y avances, pero no todos los fines son relevantes de acuerdo con la percepción del resto de los hombres.

Muchas actuaciones son una respuesta a la búsqueda de posesiones o fama, el control sobre cosas materiales, incluyendo obtener poder o influencia sobre sus semejantes como elementos motivantes, deseos ostentosos en muchos casos por ambición sobre cosas terrenales, lo cual no es malo pues depende de decisiones personales de cuya virtud nos dota la Providencia. Sin embargo, en nuestro análisis los medios y las acciones son importantes a considerar.

En el legado de otros personajes, se evidencian aportes fundamentales a la evolución humana y al bien común, sin mayor apego a cosas materiales, sino un marcado respeto a las leyes naturales, al Universo y al origen Creador; en estos últimos prevalece la acción correcta y con frecuencia constituyen un ejemplo para las generaciones posteriores.

Con lo dicho, queremos destacar que la mayor diferencia entre la capacidad o brillantez de un personaje y la percepción de su grandeza se fundamenta en los fines. Independientemente si el personaje los busca en forma consciente o inconsciente. Y más específico aún, la grandeza parece estar orientada a la evolución, al crecimiento del mundo hacia lo perfecto, más que los logros que impactan el ego carnal.

En el mundo actual, el conocimiento humano está documentado y al alcance de casi todos, por ejemplo a través de la internet y las redes sociales. Existen miles de entrenamientos para promover el talento y el desarrollo de todo tipo, físico, mental y espiritual. Cientos de enseñanzas para estimular cualidades. Oportunidades para demostrar virtudes y desarrollar aptitudes. Sistemas de comunicaciones a todos los niveles, espacios y personas, para tener acceso al conocimiento y los procesos de cualquier tipo.

No obstante, hay pocas personas que muestran manifestaciones sobresalientes de los atributos que hemos indicado, o al menos no se visualiza una tendencia creciente deseable de este tipo de hechos. Por el contrario, la discordia, competencia, guerra, muerte, dolor, tristeza, ambición, posesiones, entre otros, siguen siendo aspectos con gran influencia en nuestra vida diaria y comportamiento.

Esto nos lleva evidentemente a una interesante pregunta ¿Es entonces insuficiente todo el conocimiento disponible para conducirnos a crecer en la dirección corecta como personas?

Antes de especular sobre una respuesta, debemos detenernos para afirmar con esperanza que la 'naturaleza es perfecta, y no puede ser de otra manera, pues es consecuencia de pensamientos de Dios'. También recordar que todos tenemos nuestro papel en el camino a la evolución y la perfección que cada uno desea, tal cómo lo enseñó el más grande maestro de la Era de Piscis.

De nuestro esfuerzo y orientación en los fines que perseguimos dependerá nuestro avance y la construcción de nuestro destino.

Pero, si entendemos que todo el conocimiento que existe no es suficiente para proveer la grandeza o la genialidad para actuar, y tampoco los aspectos físicos son determinantes; entonces ¿De dónde viene esa chispa, ese talento para actuar de manera correcta o superior, y establecer resultados brillantes? ¿Está esa cualidad a disposición de los hombres?

La respuesta, es tan sencilla como sorprendente. La cualidad que permite a las personas usar todos los atributos que le da la naturaleza y establecer una conducta que le permite actuar con la verdad y de manera correcta es la sabiduría.

El hombre que actúa con sabiduría tiene la voluntad y la confianza para ver las mejores maneras y los mejores fines para alcanzar los propósitos que lo impactan a él y al mundo de manera realmente positiva, y contribuir en la evolución de la especie humana hacia la perfección, entendida ésta como el fin último de la evolución hacia un espíritu superior.

Hasta ahora, hemos afirmado que el talento del hombre es limitado, y todo el conocimiento disponible no lo capacita para obtener los atributos que le permiten tener acceso a la verdad y proceder siempre de manera correcta; por lo tanto, es sencillo deducir que su sabiduría también es limitada. Entonces ¿Cómo el hombre obtiene esta cualidad que le da el conocimiento y la percepción de acuerdo con la verdad?

La única manera es que el hombre pueda conectarse a una fuente de sabiduría ilimitada, que le permita 'tomar de ella' para mitigar las restricciones que su talento y conocimiento le imponen. Y ello lo logra buscando la fuente de toda la verdad:

¡Sólo Dios, el origen creador, la naturaleza misma conoce toda verdad y tiene sabiduría infinita!.


Aprender a Crecer


¡La sabiduría, que hace grande a los hombres es una percepción espiritual, es la inspiración que se obtiene al entrar en comunión con el Altísimo.!


El más grande maestro, el Dios-Hombre de las edades, lo manifestó a sus discípulos cuando reconoció que “Toda inteligencia, poder y amor, viene del Padre”

Cuando los hombres sienten la verdad y reconocen a las personas que tienen la capacidad de usarla para grandes fines, observan sus virtudes magníficas que lo hacen confiable, tales como la justicia, el amor, la humildad, la confianza, el heroísmo, entre otras; lo diferencian de los demás e inmediatamente lo identifican como una persona dotada de los atributos de la grandeza. Por lo tanto estará dotado de poder, tendrá una gran influencia en su entorno y será reconocido entre los hombres. Sus semejantes verán sus logros, lo buscarán, solicitarán su orientación y actuación para guiarlos en el camino correcto.

Es nuestro propósito estudiar, aprender y compartir cómo acercarnos de regreso a nuestro origen, a la perfección. Con humildad rogamos a la providencia entender lo correcto y evolucionar en las cualidades que hacen a las personas grandes seres humanos. Debemos avanzar día a día en ese sentido. 

Así mismo, debemos identificar y evitar seguir a personajes y supuestos líderes, observando cuidadosamente actuaciones engañosas con fines personalistas o de intereses grupales, que no muestren los atributos que hacen la diferencia en la búsqueda de la verdad y la evolución del ser humano hacia la grandeza, hacia la sabiduría de la propia Creación.

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