Controla tus pensamientos

En primer lugar, elije un momento en el que tengas toda la tranquilidad y la calma necesarias. Apaga tu teléfono, aíslate. Asegúrate de que nadie te moleste en los próximos quince (15) minutos y crea un ambiente propicio a la relajación.

Cuando se decide iniciar cambios para mejorar tu personalidad es conveniente que comiences seleccionando un lugar propicio para ejercitarte en el futuro. Se trata de la fase de creación de tu espacio de crecimiento y superación personal. Para ello, elige un lugar o una habitación, un sitio o espacio privado que sólo estará ocupado cuando realices tus ejercicios. Debe estar limpio y si prefieres crea un ambiente propicio para el descanso y la quietud. Puedes quemar incienso, poner música muy suave, incluso en la medida que puedas realizar tus ejercicios con ropa limpia o nueva, un baño previo... 

Es muy importante no estar sucios para la ejecución de  los ejercicios, ya que estorba a nuestra concentración. 

Cuánto más practiques en este lugar "especial", más se irá cargando de energía positiva y los resultados a nuestras prácticas para estimular cualidades positivas vendrán más rápido. En algunas ocasiones no será posible usar la misma habitación, en este caso simplemente harás lo mejor como sea posible.

Para comenzar este corto ejercicio, quédate muy quieto, pero inhibe todo tipo de pensamientos.... Esto no será fácil y al principio no serás capaz de hacer esto por más de unos minutos a la vez. Pero debes llamar a la tranquilidad y la paciencia, ya que para este ejercicio es clave... 

Durante el proceso podrás evidenciar la gran cantidad de pensamientos que constantemente llegan a tu mente, serás capaz de diferenciarlos y establecer las emociones que te provocan, incluso podrás sentir algunas reacciones físicas y relacionarlas con tus emociones, eventualmente sabrás si son buenos o malos pensamientos, de acuerdo con tus creencias. 

Durante este sencillo ejercicio analiza los pensamientos que llegan y se van, y lo más importante trata de comprendedlos, esto te dará control sobre las emociones al evocar cualquier tipo de pensamientos, incluso los que tu sientes que te producen malas energías en tu interior; como preocupación, odio y miedo. Podrás seleccionarlos y evaluar su impacto en tus emociones, y valorar que ese impacto negativo no podrá hacerte daño ¡Es tu decisión! 

Ese punto de vista es vital para mitigarlos hasta eliminarlos totalmente y retener sólo la clase de pensamientos positivos que deseas. Tal vez sea necesario un poco de fuerza de voluntad para lograrlo, lo que será muy fácil si al deseo de eliminar ese pensamiento le sumas la fuerte motivación que te da la razón por la cual te quieres deshacer de él.

Este proceso es clave, y es el punto inicial para explorar tu capacidad de influir en tus estados mentales, ya que una vez que identificas tus debilidades puedes utilizar otros ejercicios sencillos para lograr tu balance energético interior, a través de otras técnicas más avanzadas como son los mantras.

Identifica tu forma de respirar

Durante el ejercicio, presta atención a tu respiración. La forma natural o voluntaria de respirar del ser humano es por el vientre, es decir abdominal. Con diferencia de la respiración torácica, la respiración abdominal se caracteriza por respirar desde el vientre, en este caso, la parte superior del cuerpo no se mueve y el abdomen se infla durante la inspiración y se desinfla pausadamente cuando dejas salir el aire.

Para contemplar en tu ejercicio la respiración abdominal primero verifica cómo respiras,... Acuéstate cómodamente en tu lugar tranquilo propicio que has escogido para tus ejercicios... Afloja los músculos y coloca una mano sobre tu vientre, en tu zona de energía lunar justo debajo del ombligo, y la otra en tu punto de energía del corazón justo en el pecho, y luego respira normalmente.... Si te concentras en los movimientos de tu cuerpo, comprobarás que sólo tu caja torácica se hunde y se levanta.

¡Ahora vamos a aprender a respirar a través del diafragma, como hacen los niños, de una forma sencilla, amplia y natural! 

Cierra los ojos para facilitar una concentración adecuada; ahora expira el aire completamente, vacíate hasta donde puedas, sin presión pero expulsando los últimos restos de aire… Cierra la boca, inspira por la nariz… Infla únicamente el vientre, los hombros deben mantenerse bajos. Expira ahora lentamente y profundamente retrayendo progresivamente el vientre. Inspira de nuevo, inflando el abdomen…. Expira una última vez por la boca siempre lentamente metiendo lo más posible el vientre. 

Este tipo de respiración, mejora la oxigenación de todo tu cuerpo, te ayuda regular el pulso, el  ritmo cardíaco y reduce el nivel de estrés, que es el estado propicio para controlar tu estado mental.