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Cómo la realidad te aleja de tus propósitos

Al terminar de leer este artículo entenderás una de las principales razones que impactan tu estilo de vida hoy en día.

Hablaremos de tus planes personales y del impacto que pueden tener los cambios del entorno, y cómo estar preparado para manejar la incertidumbre. 

Incertidumbre en tus metas


Realidad actual


Lograr establecer una ruta (plan) que te impulse a lograr tus propósitos de vida es relativamente sencillo hoy en día. Muchas personas disponen del conocimiento apropiado para hacerlo o manejan suficiente información para organizar las ideas que quieren poner en marcha. Otros, con alguna base intelectual más sólida, investigan la teoría y los métodos para hacerlo sin muchos problemas, ya que existe también suficiente información en las redes sociales que nos orientan al respecto. 

Pero, en el entorno actual, es cada vez más común la existencia de escenarios en los cuales las teorías de planificación y control de avance usualmente conocidas no funcionan, o son tan complicadas que su aplicación está sólo al alcance de verdaderos expertos. Eso, porque la realidad actual se mueve con una dinámica tan acelerada y compleja que las teorías de manejo del cambio y la cultura de aprendizaje de otros tiempos son prácticamente inaplicables.

Por ello, no es tan fácil disponer de la claridad y la motivación para emprender un plan profesional o de vida y ejecutarlo obteniendo los resultados que nos den la satisfacción esperada. Esta tarea suele complicarse, además, en escenarios de alta incertidumbre y hostiles, de cualquier tipo. Y, mucho más, en entornos 'intervenidos' artificialmente.

Exploremos en forma breve cómo se manifiestan los hechos, con un ejemplo de la vida real:

“Al final de los años noventa, trabajaba en una de las empresas más importantes de producción y transporte de energía eléctrica de mi país. Esta empresa tenía uno de los más altos estándares de calidad de servicio, con una imagen reconocida y un ambiente de trabajo espectacular. La empresa brindaba el mayor porcentaje de soporte energético (70 %, aprox.) al pujante desarrollo industrial del país, para esa época.

La empresa, tenía tan buena imagen corporativa que para muchas personas era su primera opción de búsqueda de oportunidad de empleo. En mi opinión, sus beneficios económicos, contractuales y su estabilidad laboral eran realmente superlativos, equivalentes a las mejores empresas del mundo. Disponía de un plan de desarrollo profesional que era la envidia de cualquier empresa de ese sector. Realmente, en lo personal, estoy muy agradecido de la vida por permitirme trabajar durante veintiséis (26) años en esa empresa.

Por si fuera poco, para esa época, todo el que trabajaba en la empresa le esperaba un plan de jubilación atractivo, con pensiones y beneficios que en teoría le permitirían una vida aceptable, tranquila y segura. Debido a ello, la gran mayoría de profesionales se preocupaban muy poco por planificar en forma detallada una vida posterior activa después de su retiro, pues sus beneficios contractuales garantizaban una jubilación más que decente. Era normal, además, que un profesional de esta empresa fuese cotizado y tendría oportunidades en otras empresas del sector como asesores, debido a su alta preparación y cultura de servicio; no sólo en la región y el sector eléctrico, sino también a nivel nacional e internacional.

El país mostraba una tendencia al crecimiento económico por su gran potencial de recursos naturales y una creciente industria en otros sectores como el petróleo, hierro, aluminio, oro, otros minerales y la industria agraria en general, entre otras. Un futuro realmente esperanzador. La gran variedad de productos primarios y el crecimiento industrial vislumbraban un futuro de mágico esplendor, que atraía inversiones y propiciaba negocios diversos.

Y, ¿Qué paso? A principios del año 2000, cambios políticos modificaron el rumbo de la situación en el país. El escenario se tornó sombrío en la mayoría de los sectores, incluyendo el eléctrico. Por supuesto, la otrora empresa de ensueños fue también fuertemente afectada en sus políticas y su gerencia, y adiós a los beneficios, sueldos equilibrados, seguridad social, y por supuesto planes post jubilación aceptables.

Para dar un ejemplo concreto, sueldos (equiv.) de entre 1000 y 2000 dólares de principios del milenio se convirtieron sueldos de 3 y 4 dólares a la fecha (2021), los seguros y beneficios contractuales se degradaron en forma efectiva y sistemática, convirtiéndose en aportes realmente miserables hasta desaparecer por completo. Un verdadero crimen fue ejecutado contra los beneficios de la fuerza laboral de la empresa.

No quiero entrar en detalles específicos, ni razones políticas o ideológicas que condujeron a estos hechos, pero debo decir que la capacidad de los trabajadores de la empresa para tener una vida digna fue severamente modificada, llevándolos a situaciones precarias de lucha por su supervivencia personal y familiar.

Mucho del personal técnico que conozco de la empresa, sin intereses personales de otra índole más que su esfuerzo profesional productivo, quedó en una situación compleja. Sometidos a un escenario inesperado, no disponían de otra opción que reinventarse de manera obligatoria o subsistir como víctimas de una dinámica político y social realmente estresante y esclavizante. Luchar de cualquier forma por sobrevivir o huir de este escenario tan hostil, al que no estaban acostumbrados, fueron las reacciones más inmediatas.

El impacto en las personas se reflejó, por supuesto, en la otrora brillante empresa. Hoy se observa un entorno dantesco, de una empresa que era orgullo de sus trabajadores, en deterioro progresivo por falta de atención a los estándares mínimos de gerencia, operación, mantenimiento, mejoras y expansión que garanticen la calidad de servicio que de ella se demanda. La probable reducción en su confiabilidad y seguridad afecta a todo el país, y al día de hoy (finales de 2021) se teme de un eventual colapso técnico progresivo para empeorar las cosas, el cual tendría un impacto realmente aterrador para el ya bastante golpeado entorno del país.

En conclusión, un cambio inesperado de rumbo ha causado un impacto social impresionante. Y, este hecho se repite en la mayoría, sino todos, los sectores del país”

Esta historia, que suena alucinante y sorprendente es real, la vivimos muchos profesionales venezolanos, que aún luchan de manera valiente buscando opciones para lograr el equilibrio vital necesario que revierta un estado de supervivencia inducida u obligada, creada por factores fuera de su control.

Y, aunque parezca increíble, estos hechos comienzan a darse en forma similar en otros países de la región, incluso del mundo.

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La ruta para el cambio. 📚🎬


Pero, como he dicho, no sólo el entorno impredecible afecta a las personas, también está nuestro comportamiento como individuos. Disponer a lo largo del tiempo de la fortaleza interior y la voluntad para mantener el entusiasmo y la perseverancia al emprender planes y ejecutarlos exitosamente hasta el final es un verdadero reto. Y, además, obtener los resultados que conduzcan a las metas esperadas, bajo cualquier escenario. Es decir, establecer una ruta inequívoca y mantener un estado mental proactivo de principio a fin.

Muchas veces tomamos iniciativas o proyectos con una gran energía, pero ésta se disipa eventualmente, y aunque nuestros deseos están intactos nuestro impulso no los acompaña hasta el final. Veamos:

“En una conversación con un colega, éste me manifestó un hecho que llamó poderosamente mi atención. Fuimos compañeros de trabajo durante muchos años, compartimos múltiples responsabilidades llegando ambos a tener una carrera profesional exitosa, hasta cargos de alta gerencia y dirección.

Compartíamos un café por allá los últimos meses del año 2014, fecha cercana a mi jubilación. Le comentaba a él mi decisión de jubilarme y mi agradecimiento a la vida por la oportunidad de llegar a esta ciudad a trabajar. Mi satisfacción por esos años en los cuales toda mi creatividad y esfuerzo no habían sido en vano. Mi familia, mis amigos, y mis logros eran mucho más de lo que habían sido mis aspiraciones, por ello le comentaba que era el momento correcto para jubilarme y que lo hacía muy tranquilo y con la consciencia del deber cumplido. A pesar de los últimos cambios en la empresa, me retiraba feliz.

Él, después de escucharme, seriamente me comentó que no podía decir lo mismo. Había logrado completar sus planes y objetivos, alcanzó las metas personales que había planificado, pero, sorpresa, el éxito alcanzado no llenaba sus expectativas de felicidad y bienestar. Llegar a las anheladas metas que se planteó no logró generar en él la satisfacción que su percepción del éxito había anticipado. Además, me comentó, le faltaría un año más de trabajo antes de jubilarse, en un ambiente ya enrarecido y que él consideraba muy hostil; ello, como es natural, le causaba angustia y desaliento. Sentía que la realidad lo golpeaba ya que no encontraba repuesta satisfactoria a su situación. El pasado exitoso no lo complacía de la misma manera que a mí.

Salí del café, un poco confundido. Algo pasaba en nosotros que no comprendía y esa situación en mi apreciación era más que rara. También, tenía la impresión de que aspectos no profesionales impulsaban notablemente una marcada diferencia en nuestras experiencias y puntos de vista.”

Soy un estudioso empedernido, y no quería quedarme con la duda del por qué mi amigo y yo teníamos puntos de vista tan diferentes, en carreras profesionales muy parecidas. Una vez concretada mi jubilación me avoqué a investigar y estudiar las razones, y logré establecer algunas conclusiones sobre estos hechos, eventualmente desagradables, que suelen ser más frecuentes de lo que creemos y aprendemos demasiado tarde las causas y consecuencias.

Situaciones como éstas son ejemplo de la impresionante expresión de la realidad actual, y de las sorpresas que puede darnos la vida. Pero, lo que nos interesa es ¿Por qué nos pasa esto? ¿Por qué regularmente nos cuesta mantener la acción y la motivación para lograr cosas que, de acuerdo con nuestra percepción, anhelamos y estamos dispuestos a luchar por ellas?

La respuesta suele ser más sencilla de lo que parece: ¡Sorprendentemente nos conocemos muy poco a nosotros mismos! 

Con frecuencia coexisten diferencias notables entre nuestra personalidad y aptitud con respecto a deseos y metas. Y, por supuesto, sin conocernos lo suficiente cualquier iniciativa o proyecto personal, incluso decisiones de cambio, tiene un alto riesgo de no prosperar, o eventualmente nos colocará a disposición de otros para que controlen nuestras acciones. Es decir, dependencia en lugar de autocontrol.

Este pequeño error de percepción comienza al no aclarar sinceramente nuestro deseos, aptitudes, oportunidades y riesgos frente a las realidades que impone el entorno. Si no tenemos bajo control el equilibrio de nuestro engranaje personal sistémico (Yo + El Entorno), que nos permita mitigar el impacto de cambios severos en los escenarios tan complejos del mundo de hoy, estaremos siempre expuestos al fracaso y la incertidumbre, con todas sus consecuencias.

¿Cómo llegué a esta conclusión? Lo que me ha enseñado la experiencia es que, cómo individuos, somos un sistema: físico, mental y espiritual, que se desenvuelve en un entorno específico, cambiante y a veces hostil. Cada uno de los componentes de ese engranaje sistémico debe mantener un equilibrio relacional y estar, por supuesto, alineado con nuestros propósitos y metas, si queremos sacar lo mejor de ellos.

Para hacer los ajustes necesarios debemos conocer cómo funciona todo ese ecosistema de desempeño individual y verificar si está alineado ‘libremente’ con nuestros deseos de éxito y bienestar. Esto, como puedes ver, no es algo novedoso, es solo un complemento de la teoría de conducción del cambio.

No pretendo aquí exponer toda la teoría de mi investigación, pero, si lo necesario para que se comprenda cómo funcionamos en forma sistémica. Aclarar cómo se establecen las relaciones normales en nuestro engranaje personal como sistema. Es importante comprender la relación entre los atributos o cualidades personales para cada uno de los elementos del Ser y cómo se manifiestan en la vida cotidiana. 

Podría confundir a los lectores ya que resalté la palabra ‘libremente’, en alusión al comportamiento de nuestro Ser como sistema, pero lo hago adrede. Lo que ocurre es que quiero enfatizar que nuestras cualidades naturales suelen ser ‘alteradas’ por las impresiones y condiciones (incluso dirigidas) del entorno, modificando nuestro punto de vista. Es decir, pueden ser impactadas por lo que percibimos a través de nuestros sentidos, y eventualmente nuestra reacción de atracción o rechazo al estímulo de esta percepción externa es lo que define nuestras decisiones y comportamiento.

Los eventos, propios o ajenos, que estimulan en nosotros emociones de satisfacción, alegría o bienestar nos atraen, en tanto evitamos los que creemos nos harán sentir sufrimiento, dolor, temor y miedo. Y, esto define un comportamiento o punto de vista ‘inducidos’, así por asociación, por comparación con nuestras experiencias o por repetición. En ello, nuestra memoria cumple un papel fundamental.

Es lógico pensar que las actividades y los estados que nos generan satisfacción, alegría o bienestar se convertirán en nuestras prioridades de atención, y tal vez constituyan o definan la base de nuestras decisiones respecto a sueños, propósitos o metas que queremos alcanzar para triunfar o lograr paz y bienestar en la vida.

Pero, si las acciones y estados mentales que aportan un punto de vista en nosotros son ‘inducidos’ desde el entorno, es decir tienen un origen externo, cabe entonces preguntarse ¿Estarán alineados a nuestras destrezas físicas, cualidades mentales o atributos espirituales? Y, he allí el dilema a resolver. 

Los deseos inducidos, por la interacción social, o por la potente maquinaria comunicacional con intereses específicos, suelen crear un estado de credulidad en las personas, que entonces actúan con la convicción de elegir libremente sus actos cuando en realidad sus deseos y actuación obedecen a la percepción de patrones, muchos de ellos hábilmente diseñados para generar atención y conductas inherentes a supuestos intereses (sutilmente, así por influencia o sugestión). Las campañas políticas, los mítines y los anuncios comerciales son ejemplos comunes de ello.

En muchas ocasiones estas percepciones quedan fuertemente ancladas, llegando a convertirse en creencias, y en el caso que nos ocupa, estableciendo límites u orientaciones específicas a nuestras decisiones, o confundiendo nuestra capacidad para elegir libremente y canalizar en forma congruente nuestras ideas con nuestros deseos y metas, que esperamos nos conduzcan al equilibrio, la paz y el bienestar que esperamos en las diferentes áreas de nuestra vida. 

Al estar expuesto a elementos contradictorios, diferentes y cambiantes respecto a los elementos naturales del Ser, se manifiesta una alteración de tus cualidades personales positivas y una confusión en tu accionar sistémico. Ello es perceptible fácilmente si estableces un hábito práctico para explorar tus cualidades y monitorear el equilibrio en las diferentes áreas de tu vida. Por ejemplo, el impacto se hace visible al manifestarse una valoración desigual en la atención de las áreas prioritarias de nuestra vida, lo que da lugar precisamente a preocupaciones, actitudes, conductas y alteraciones que finalmente inciden en nuestros resultados. Te invito a realizar este pequeño ejercicio de valoración en ti mismo, y te sorprenderás.

Puedes ampliar tu investigación y entender mejor como opera nuestro sistema para recuperar el equilibrio en las diferentes áreas de tu vida, en este artículo: Una vida de sueños logros.


¿Cómo actuar en cada caso particular?


Antes de iniciar cualquier iniciativa o proyecto, incluso cuando quieres detenerte y echar un vistazo a tu vida en cualquier instante, las preguntas que debes responder son: ¿Cómo es tu disposición para actuar? ¿Actúas libremente? ¿Qué elementos externos pudieran estar condicionando tus decisiones? Y, en la medida que te percatas en detalle de la situación, verás cómo van surgiendo respuestas que dan origen a más y más preguntas, que irán aclarando cuál es tu situación y quién eres realmente

Si, en este caso intentamos aplicar la fórmula tradicional del proceso de conducción del cambio: DESCONGELAR > MODIFICAR > RE-CONGELAR, será evidente que desde el primer proceso (Descongelar, la situación actual) se dificulta su aplicación, pues la dinámica altera este estado, ya que las condiciones personales y del entorno varían día a día, lo que implica una situación dinámica y no estática desde el proceso inicial, la cual pudiera estar fuera de nuestro control. 

Para dar una solución práctica a este problema se requiere de una iniciativa estructurada de “identificación del nivel de control de tu engranaje sistémico”.

Esta iniciativa comienza, si es necesario, al establecer en una primera etapa el reconocimiento del origen de tus pensamientos, cualidades, posibilidades e identificar posibles interferencias ‘inducidas’ que podrían estar alterando la claridad de tus decisiones. Es decir: Tu + entender las condiciones dinámicas del entorno que definen tu realidad personal actual.

Una vez realizada esta fase podrás establecer con precisión, en una segunda fase, tu disposición al cambio y las modificaciones requeridas.

Ello te conducirá a definir un nuevo estilo de vida, que va a requerir ejercicios prácticos de transformación y adaptación relacional con el entorno dinámico en el que te desenvuelves. Nuevas cualidades personales, aptitudes y hábitos, con la novedad de alinear en la transición tus propósitos en forma flexible a una personalidad que, si es la tuya, completamente equilibrada, capaz de enfrentar interferencias causadas por la realidad del entorno hostil y cambiante. O, en su defecto, un cambio de entorno a un ambiente más flexible, pero con tus posibilidades y aptitudes completamente claras.

Es totalmente factible, es una capacidad inherente a tu origen humano, y consecuente con una vida destinada a vivir tu visión en el presente, cómo lo demanda la realidad de hoy.

Si estás interesado en este tema, y profundizar en detalles específicos, puedes enviarme un mensaje al correo: prietoangelsantamaria@gmail.com

2 comentarios:

  1. Hola...excelente! Experimentar con nuestras fortalezas y debilidades nos hace reconocernos e identificar lo que toca abrazar o desechar
    Gracias.

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Gracias por participar en esta aventura,