Todo trabajo genuino de cuidado personal requiere educar nuestro cuerpo, y respirar adecuadamente es vital para garantizar nuestra energía interior, por ello te voy a recomendar unos ejercicios sencillos para hacerlos habituales en tu vida cotidiana.
En el mundo convulsionado de hoy en día adquiere importancia entender el impacto que tiene la función de respirar en nuestro cuerpo. Para la mayoría de las personas, respirar es solo una función que corresponde a absorber y expulsar el aire destinado a mantener la vida, pero, para los más eruditos respirar adquiere otra dimensión, se trata de una función energética por excelencia.
Respirar es una fuente de energía vital
Las tradiciones antiguas consideraban la respiración como el mediador entre el alma y el cuerpo. En ese contexto, el aire es una fuente esencial de energía y equilibrio vital, de manera que es posible aumentar considerablemente tu fortaleza si respiras correctamente.
Una respiración adecuada es vida. No es ningún secreto para nadie que la vida mental influye sobre la respiración y viceversa.
¿Alguna vez has notado que cuando se eleva tu nivel de ansiedad, tu frecuencia respiratoria se vuelve más rápida y amplia? Las tensiones, el estrés excesivo, la ansiedad, la prisa, las emociones fuertes, el duelos por alguna pérdida, provocan un proceso físico que hace que nuestra respiración sea más agitada, lo que fisiológicamente implica un requerimiento adicional de energía.
Por lo tanto, para acopiar energía adicional y mejorar el equilibrio corporal es importante aprender a respirar en forma adecuada, lo que contribuye a controlar tus emociones, propiciando de nuevo un estado de calma y serenidad.
Ejercicio sencillo de respiración
Acuéstate o colócate en la postura más cómoda posible, cierra los ojos..., repite mentalmente, "no hacer nada, solo dejar hacer”…
Después, cuando la calma se haya instalado en ti, concéntrate en tu respiración… Inspira y expira profundamente, pero sin esfuerzo excesivo... Déjala ir naturalmente, y mentalmente sigue el camino del aire a través de las fosas nasales hasta los pulmones, luego de tus pulmones hasta la nariz. Toma consciencia de las diferencias de temperatura del aire y de tu cuerpo que se mueve durante la respiración: las fosas nasales dilatadas, la ampliación de la caja torácica, las costillas que se levantan, el vaivén de tu abdomen....
No te detengas en la etapa de la mera observación e intenta lograr la "escucha interior" de todos tus sentidos. Cuando escuches tu respiración desde el interior, tu respiración y tu corazón quedarán en armonía. El aire entrará y saldrá sin ninguna dificultad, sin ningún tipo de bloqueo debido a la actividad de la mente.
La ausencia de interacción procedente de la mente permite que se desarrolle la calma, la serenidad, y sumerge todo tu ser en el mundo del vacío interior. En este estado, estás en contacto con el silencio, que constituye una fuente de armonía y paz interior....
Esta condición restaura el equilibrio y la fuerza, consecuentemente el cuerpo está en mejor disposición para desempeñar plenamente sus funciones salvadoras, no solo físicas sino también emocionales o espirituales. El 'tratamiento' del espíritu sólo puede administrarse en la tranquilidad y el silencio. El descanso profundo es la clave de un pensamiento más claro y de una actividad más dinámica y gratificante.
El maravilloso secreto de la vida es que nos cuida y nos invita constantemente a sumergirnos en los mares de su plenitud. Sólo hay que responder a su invitación y participar conscientemente y con alegría a su impulso, desempeñando un papel adecuado en el juego del ser, del vivir y de la creación.
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