En la intrincada travesía de la vida, a menudo nos encontramos en encrucijadas donde nuestros anhelos más profundos se enfrentan a la llamada de un propósito superior.
No es raro que aquello que nos seduce con su brillo y atractivo sea, paradójicamente, la prueba más formidable para nuestra determinación. ¿Cómo mantener el rumbo hacia un impacto personal trascendente cuando otra conexión personal, deseable y valiosa, amenaza con desviar nuestra atención?